FUTBOL

“En los años 60, el mejor era Pelé. En los 70 Cruyff, en los 80 Maradona. Y en los 90, Laudrup”. Esta afirmación puede ser discutible, pero el hecho de que su autor sea nada menos que Franz Beckenbauer le otorga más peso.  Y Michael Laudrup y su hermano pequeño, Brian, siempre cargaron con un peso considerable a sus espaldas desde que dieron sus primeros pasos en el fútbol. Les viene de familia. Los hermanos Laudrup, hijos de Finn, ex internacional, y sobrinos de Ebbe Skovdahl, un entrenador exitoso, estaban obligados a triunfar. Y ese fue precisamente el objetivo que se fijó Michael, quien sin duda tiene carácter. Por eso, cuando apenas había cumplido los 13 años, se permitió el lujo de declinar la oferta del Ajax de Amsterdam para seguir a su padre, que había fichado por el Kjøbenhavns Boldklub, club precursor del FC Copenhague, al considerar que era demasiado pronto para irse del país, antes de haberse consolidado Tras pasar de las palabras a los hechos y ser elegido a los 18 años mejor jugador de Dinamarca con el Brøndby, ese mismo carácter le hizo rechazar un traspaso a otro club mítico. “Había cerrado un acuerdo para un contrato de tres años con los representantes del Liverpool”, confesaría el genial escandinavo unos años después de colgar las botas. “Pensaba que ya estaba hecho. Unos días más tarde volvieron con la misma oferta, pero de cuatro años, ya que decían que era muy joven y necesitaba tiempo para desarrollarme.  “En los años 60, el mejor era Pelé. En los 70 Cruyff, en los 80 Maradona. Y en los 90, Laudrup”. Esta afirmación puede ser discutible, pero el hecho de que su autor sea nada menos que Franz Beckenbauer le otorga más peso.  Y Michael Laudrup y su hermano pequeño, Brian, siempre cargaron con un peso considerable a sus espaldas desde que dieron sus primeros pasos en el fútbol. Les viene de familia. Los hermanos Laudrup, hijos de Finn, ex internacional, y sobrinos de Ebbe Skovdahl, un entrenador exitoso, estaban obligados a triunfar. Y ese fue precisamente el objetivo que se fijó Michael, quien sin duda tiene carácter. Por eso, cuando apenas había cumplido los 13 años, se permitió el lujo de declinar la oferta del Ajax de Amsterdam para seguir a su padre, que había fichado por el Kjøbenhavns Boldklub, club precursor del FC Copenhague, al considerar que era demasiado pronto para irse del país, antes de haberse consolidado .

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